Fisioterapia pediátrica: Cólico del lactante, lactancia dolorosa, reflujo, estreñimiento y gases

Los cólicos del lactante, definidos como el espasmo o contracción dolorosa del intestino, son una terrible pesadilla para muchos padres por su difícil manejo y por generar mucha angustia.

 

Suelen aparecer entre los 15 días y los tres meses de vida, aproximadamente, aunque también se dan en bebés de pocos días y niños con más de un año.

Realmente no se sabe a ciencia cierta lo que provoca estos cólicos, aunque se presume que son consecuencia de la inmadurez de su aparato digestivo.

 

En nuestro centro tratamos los cólicos combinando el Método Rubio con el Método Poyet. Estas dos técnicas se caracterizan por la suavidad del gesto, lo que hace que al bebé no le resulte doloroso en ningún caso y no tenga apenas contraindicaciones.

 

Este trabajo armoniza, relaja y elastifica el intestino así como su sistema fascial, mejorando todas las funciones relacionadas con la alimentación, asimilación y eliminación de residuos en el bebe, consiguiendo además un aumento en su bienestar general al mejorar el tiempo de sueño y el descanso.

 

El tratamiento para los cólicos del lactante se realiza, como norma general, en dos o tres sesiones: una primera elastificando la zona más externa y las siguientes, de 5 a 8 días después, sobre la zona profunda.

 

Los estudios de efectividad de los tratamientos con el Método Rubio afirman que se consigue una mejoría o desaparición del síntoma superior al 90 por ciento, si bien cada caso es diferente por las distintas circunstancias que concurren.

 

Con el Método Rubio para los Cólicos del Lactante conseguimos de una manera natural una mejoría, tanto en la alimentación del niño, que realiza tomas más correctas y mantiene mejor el tiempo entre ellas, como en el tránsito intestinal y en la evacuación de las heces y los gases, una mayor facilidad en el eructo, y como efecto secundario, aumenta el bienestar general del bebé al aumentar la calidad y el tiempo de sueño.

 

Con el Método Poyet trabajamos y normalizamos el reflejo de succión que es la acción en la que comienza el acto de la alimentación en el bebé, evitando acumulación de gases y ayudando a la instauración de la lactancia materna, liberamos la unión cráneo-cervical (que puede bloquearse durante el parto) y regulamos los diafragmas y el Movimiento Respiratorio Primario o Impulso Rítmico Craneal en todo el eje cráneo-sacro.

 

Para ampliar información os recomendamos este artículo de la revista Mi bebé y yo: Método Rubio para tratar los cólicos del lactante

 

En cuanto a la lactancia dolorosa, trabajamos varias de las causas principales de la misma como son las alteraciones de la motilidad craneal por el propio parto vaginal (sobre todo si es instrumentalizado con fórceps o ventosas) o por cesárea y la anquiloglosia (frenillo lingual corto). Estos dos elementos, entre otros,  van a dar lugar a que el bebé no pueda realizar un trabajo correcto de succión con el consiguiente trauma para el pezón durante el amamantamiento.

 

Para corregir estas disfunciones empleamos el Método Poyet y la Terapia Cráneo-Sacral. Hay muchos casos en los que, a pesar de existir un frenillo corto, se consigue una funcionalidad lingual tan buena que no es necesario recurrir a la frenectomía (cortar el frenillo).